¡¡Hola!! Llevaba varios días sin pasar por aquí, y es que los últimos fines de semana todavía retumban en mi cabeza. Muchas ideas que plasmar, que no acaban de llegar a buen puerto, reuniones con amigos y enemigos, largos paseos, gin tonics... de todo un poco. Y entre ese batiburrillo de cosas, dos ideas: ¿estoy llevando bien esto del blog? y ¿cómo es la invitación perfecta?... estos días mi mente se debatía entre estos dos polos.
Primero, me surgió la duda de si me estoy enfrentando de manera correcta al Blog, de si os enseño lo que os quiero enseñar, de si os transmito lo que os quiero transmitir, de si hay alguien ahí, además de mis amigos incondicionales, si esto está hecho para mi gente o si por el contrario es una ventana que realmente deje entrar y salir el aire... Y creo que algo debe cambiar, porque el intercambio de momento está costando, la "información", las "ideas" no fluyen como deberían, así que a ver si le doy una vuelta al blog y de este lado hago que sea más atractivo, cercano y participativo.
Y la segunda obsesión que ronda estos días mi cabeza es ¿cómo sería la invitación de boda perfecta? ya llevo a mis espaldas unas cuantas y las he hecho de todos los colores y sabores, para parejas más clásicas, menos clásicas, más atrevidas, menos, más divertidas, más estridentes, pero todas tienen un denominador común, y es que cada uno quiere la suya, cada uno quiere aportar algo y poner su toque, plasmar su personalidad o por lo menos eso ha pasado en todas las que yo he hecho, siempre he querido que los novios participasen y formasen parte del diseño y elección de las invitaciones que me han encargado.
Y es que cada invitación se convierte en perfecta para cada pareja desde el momento en que la haces con y para ellos.
Total, que he llegado a la conclusión de que ni es tan fácil bloguear y llegar a la gente y ni es tan fácil hacer una invitación y tener a todo el mundo contento, así que habrá que aprender estas dos nobles artes y lidiar con ellas como se pueda.
Aquí os dejo los últimos ejemplos de invitaciones que ha hecho BdP y este nuevo estilo de entrada. Espero que ambos os gusten.
Primero, me surgió la duda de si me estoy enfrentando de manera correcta al Blog, de si os enseño lo que os quiero enseñar, de si os transmito lo que os quiero transmitir, de si hay alguien ahí, además de mis amigos incondicionales, si esto está hecho para mi gente o si por el contrario es una ventana que realmente deje entrar y salir el aire... Y creo que algo debe cambiar, porque el intercambio de momento está costando, la "información", las "ideas" no fluyen como deberían, así que a ver si le doy una vuelta al blog y de este lado hago que sea más atractivo, cercano y participativo.
Y la segunda obsesión que ronda estos días mi cabeza es ¿cómo sería la invitación de boda perfecta? ya llevo a mis espaldas unas cuantas y las he hecho de todos los colores y sabores, para parejas más clásicas, menos clásicas, más atrevidas, menos, más divertidas, más estridentes, pero todas tienen un denominador común, y es que cada uno quiere la suya, cada uno quiere aportar algo y poner su toque, plasmar su personalidad o por lo menos eso ha pasado en todas las que yo he hecho, siempre he querido que los novios participasen y formasen parte del diseño y elección de las invitaciones que me han encargado.
Y es que cada invitación se convierte en perfecta para cada pareja desde el momento en que la haces con y para ellos.
Total, que he llegado a la conclusión de que ni es tan fácil bloguear y llegar a la gente y ni es tan fácil hacer una invitación y tener a todo el mundo contento, así que habrá que aprender estas dos nobles artes y lidiar con ellas como se pueda.
Aquí os dejo los últimos ejemplos de invitaciones que ha hecho BdP y este nuevo estilo de entrada. Espero que ambos os gusten.
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